La titulé con una de sus frases: "No deseo ser una maripili" y hacía referencia a la película por la cual acaba de recibir el premio de la Generalitat a la mejor actriz del año por la película de Ventura Pons Que t'hi jugues, Mari Pili.
Sirva de homenaje a la actriz, recientemente fallecida (como acabo de escribir en mi blog, Txerrad@s).
Mercè Lleixà, la entrañable y alocada protagonista de Que t'hi jugues, Mari Pili, acaba de recibir el premio de la Generalitat a la mejor actriz del año. La intérprete, que preferiría no encasillarse "como maripili", está a punto de estrenar dos nuevas comedias, No et tallis ni un pél y Makinavaja, el último choriso, filme éste en el que hace "de travestorro". Está contentísima por el premio ("no me lo acabo de creer", señala), pero sigue erre que erre: "Esta profesión es muy dura. Y este año ha sido durísimo, por la falta de dinero en muchas producciones. Sí, haces una película como protagonista, pero luego te puedes tirar meses sin comerte un rosco. Primero fueron semanas de viajes para promocionar Mari Pili y luego varios proyectos fallidos o aplazados. Y te sientes impotente, porque no es algo que dependa de ti y no dominas la situación".
No encasillarse
Pero finalmente, en julio, llegó Francesc Casanovas y le ofreció No et tallis ni un pél: "Yo sufría porque no quería hacer otra vez de maripili. Ventura Pons ya me lo avisó y yo temía verme obligada a encasillarme, porque muchas veces tampoco puedes exigir. Pero no, era el papel de una tía un poco alocada. Ya ves, debo inspirar esas cosas". Su papel es el de una mujer que tiene muchos problemas de relación y cuyo psiquiatra le sugiere que conozca "otros ambientes", comenta la actriz. "Pero lo que le pasa es que ella se siente una mujer objeto, cuando en realidad es una ninfómana que no se entera".
Y a favor de que Mercè Lleixà no se encasillara jugó fuerte Carlos Suárez, el director de Makinavaja, el último choriso. "Le faltaba un personaje, el de un travestorro. Carlos, que es muy tímido, me dijo: "Tu Mari Pili me ha gustado mucho y deseo ofrecerte un papel, pero te veo muy femenina. Nunca pensé que me ofrecería hacer de travesti". La actriz propuso hacer una prueba, vestida y maquillada. "Me pusieron hasta unas tetas postizas. Y ¡apa! Como actriz observas todo lo que te rodea. Recordé imágenes que había visto en la calle y las saqué. Después de la prueba, ya al día siguiente, Carlos me dijo: "Mira, he probado a un actor y a un travestí, pero el papel es tuyo. No te ofendas, pero eres mucho más macho que el travestí".
Esta simpática capricornio de 31 años es "una nena de poble", de Tortosa, cuyo futuro "tal vez" hubiera sido casarse. Pero se marchó a Barcelona, a estudiar Psicología. Sin antecedentes artísticos en su familia, le picó el gusanillo, sobre todo a partir de la lectura de "la autobiografía de Isadora Duncan".
"Primero fue la danza, pero vi que era algo muy serio, muy metódico y encajonado, cuando yo consideraba el arte como algo libre". Y pensó en el teatro. "Mi familia no lo entendía -comenta-. Yo era una chica más bien tímida e introvertida. "Le ha cogido algo, pensaban". Pero luego me vieron y me he ganado su confianza a pulso, porque he hecho de todo para salir adelante. Este es un oficio muy complejo, muy esquizofrénico, en el que has de tener una entereza muy grande porque te puedes derrumbar muchas veces. Has de ser muy sincero y muy intuitivo al mismo tiempo".
El físico no lo es todo
Mujer encantadora, enemiga de los potingues -"ya me maquillo suficiente para el trabajo"-, con un físico difícil, pero atractivo, como Anjelica Huston o Lloll Beltran, reconoce haber padecido de jovencita los problemas típicos "cuando no tienes una nariz normal, como la mía", pero añade: "Existe un estándar de belleza, hasta que se rompe. Es cosa de aceptarte como eres. No me haría nunca la cirugía estética. El físico no lo es todo y estoy muy reconciliada con el mío. Me preocupa más tener una formación rica y amplia".
Activa, incapaz de estar profesionalmente quieta un momento, Mercè rompe una lanza a favor del sonido directo: "Es importantísimo, una cuestión de matices, porque una escena la haces con una determinada concentración y luego es bastante difícil de recrear. Cuando ruedas hay momentos irrepetibles". Ahora tiene a punto -"como todo actor, prefiero no decirlo hasta que esté firmado"- una nueva comedia y una obra dramática para televisión, "una pieza teatral". "La verdad es que me apetece mucho, porque tengo mono de teatro", concluye.
SU PERFIL
1990, año clave para su carrera artística
Nacida en Tortosa, Mercè Lleixá proviene del teatro, "la cancha de entrenamiento pata todo actor". Graduada en el lnstitut del Teatre, ha intervenido en obras como A l'hora dels jocs, Les precioses ridícules, Quartet/Medea, Aixó és auténtic! y Don Carlos. En 1990 le llegó casi todo: dio clases de teatro en L'Hospitalet, hizo una serie coproducida por TV-3 (El viatge de Laura) e intervino en Els gegants de la muntanya, en el Lliure. Y luego vino Ventura Pons, Mari Pili y el éxito.
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